Capilla Nuestra Sra. del Populo



Capilla Nuestra Señora del Populo


 



La Capilla Nuestra Sra. del Populo tiene su entrada por la que fuera Puerta del Mar  (así denominada por tener las aguas de la bahía cercana a sus muros ).

La capilla actual se compone de una nave, de planta cuadrada, cubierta por bóveda de aristas encamonadas y presbiterio de planta rectangular, cubierto por bóveda pétrea de cañón, perteneciente a la construcción primitiva, decorada por motivos geométricos que enmarcan las armas reales situadas en la clave.

Da acceso a la capilla mayor un gran arco de medio punto, que descansa sobre dos columnas adosadas de orden toscano.

A los pies de la nave se sitúa el coro en alto, a modo de tribuna, realizado en madera de cedro en la segunda mitad del siglo xvii.

La fachada, de inspiración clasicista, es de gran sobriedad compositiva y destacan en ella las pilastras toscanas pareadas de orden gigante que la articulan, sustentando un frontón triangular. Entre éstas se abre un vano, rematado en medio punto, que permitía la visión de la Virgen desde el exterior, conservando de este modo su original condición de capilla abierta. El cuerpo inferior, donde se sitúa el arco de acceso a la antigua puerta de la ciudad, va avitolado.


Su retablo es barroco de madera dorada realizado a mediados del siglo XVII, tiene un coro en alto de madera de cedro.

El retablo mayor es una interesante obra barroca de madera dorada, realizada a mediados del siglo xvii, en el que se sabe trabajó Alejandro de Saavedra. Se compone de banco, dos cuerpos divididos en tres calles y ático. Los soportes son columnas entorchadas y salomónicas, con una composición general que aún evoca estructuras manieristas. Fue concebida originalmente para albergar sólo pinturas, si bien a mediados del siglo xviii sufrió una reforma en la que se sustituyeron los lienzos de las calles laterales del primer cuerpo por hornacinas, con las imágenes en madera policromada de San Saturio y San José, obras de factura genovesa. Entre estas hornacinas va un templete-manifestador neoclásico y preside el conjunto una versión decimonónica de la Virgen del Pópulo, colocada aquí posiblemente durante le proceso de reconstrucción del edificio.  El banco contiene pinturas sobre tabla relacionadas con la vida de la Virgen y en la calle central, ocupando el segundo cuerpo, un lienzo representando a la Encarnación, a cuyos lados van otros con San Luis rey de Francia y La Conversión de San Pablo, mientras que centra el ático un crucificado flanqueado por la Virgen y San Juan. Todas estas pinturas pueden atribuirse a Juan Gómez Couto, quien debió tener a su cargo los trabajos de dorado del retablo.













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